sábado, 6 de junio de 2009

BARRANCO DE LOS RAYONES

Emprendemos la marcha en el Cortijo de los Rayones, por donde discurre el río Raigadas. Caminamos por el también conocido barranco de la Tejerilla (vulgarmente Barranco de la Tesquerilla) hacia arriba. Cruzamos la Loma del Enjambre, denominada así ya que, antiguamente existía un enjambre natural del cual se llegaron a recolectar de 15 a 20 arrobas de miel; nos topamos con la Cueva de la Tesquerilla donde vivió una familia y donde se encuentra una gruta que fue obstruida, hacia una posible sima. Se puede entrar y ver lo que un día fue un hogar… Justo en frente se diferencia perfectamente un viejo camino por donde circulaban carros utilizados para la carga de madera y carbón. Éstos eran arrastrados por mulas.

Proseguimos nuestra marcha en dirección a las cuevas del Molinillo, pequeñas covachas que sirvieron y sirven de refugio. En este trayecto alguna que otra sorpresa nos sobresaltó; un gran ejemplar de marrano jabalí campo a través, y más adelante una culebra de escalera que estuvo a punto de llevarse un pisotón (sin duda la culebra venció al pie). En unas de esas covachas nos cuenta Jesús que vivió una familia carbonera.

El tramo mas duro de la excursión da comienzo para ver sin duda lo más espectacular, una Sabina milenaria, aproximadamente de unos 800 a 1000 años.

El tiempo está revoltoso y nos empuja a ir con la marcha acelerada. Subiendo por la Loma del Medio o Cerro Oscuro, pasamos por unos antiquísimos tornajos para llegar a un prado donde podemos ver dos viejos pozos, los cuales llaman la atención, no sólo por los años que tienen, sino por ser algo peligroso apenas señalizado y a ras del suelo.

Buscamos un socaire para comer y a continuación emprender la vuelta pasando bajo las covachas que nos protegían de una pequeña lluvia.